El mundo de los negocios y las finanzas suele percibirse como complejo y demandante. Muchos empresarios y profesionales invierten gran parte de sus vidas en busca del éxito en este ámbito. Sin embargo, cuando desglosamos los factores cruciales del triunfo financiero, se reduce, en esencia, a personas compitiendo por el liderazgo del mercado. Es, en esencia, como observar a niños jugando en un patio de recreo.

En mi etapa escolar, enfrenté desafíos de conducta. Poseía un comportamiento algo dominante con mis compañeros. Desde temprana edad, experimenté un rápido crecimiento físico, lo que me otorgaba una ventaja sobre los demás, combinado con un desarrollo intelectual superior que me convertía en un personaje difícil de manejar.

A lo largo de los años, mi personalidad ha evolucionado. He adoptado una postura más empática hacia la vida y las personas, aunque sin perder del todo mi visión determinada de la niñez. En el mundo empresarial, he notado que muchas de estas actitudes «infantiles» han tenido un impacto positivo en los resultados comerciales. Aquí detallo algunas:

  1. Temor al rechazo: En la infancia, la falta de miedo al juicio ajeno permitía liderar, hacer bromas y dirigir sin temor. En los negocios, esto se traduce en no temer al rechazo, en ser perspicaz y no perder tiempo en tomar decisiones importantes.
  2. La pelota es mía: Durante los recreos, solía llevar la pelota o improvisar una con papel y cinta adhesiva, lo que me confería cierto control en la formación de equipos y en la resolución de disputas. En el ámbito empresarial, esto se refleja en la iniciativa de «tomar el control» frente a los clientes. Nuestros servicios o productos son como esa pelota; debemos ser los líderes, manejando situaciones y responsabilidades, asumiendo los resultados con madurez.
  3. No responder a un ataque: Un niño abusivo evita responder a comentarios que puedan perjudicarlo, optando por cambiar el enfoque o iniciar una nueva interacción. En el mundo de los negocios, esta actitud implica recibir críticas con dignidad, evitando justificaciones y optando por iniciar una nueva conversación desde un lugar más maduro para alcanzar resultados efectivos. Aunque no suscribo muchas de las formas del expresidente Donald Trump, su enfoque en no responder a ataques y mantener la iniciativa es un claro ejemplo de esta metodología en acción.
  4. Ser el primero: En el recreo, siempre corría hacia la cancha de fútbol para asegurarme de tomarla y tener el control. En el mercado empresarial, la premisa es similar: es crucial tomar la delantera y liderar en la toma de decisiones para alcanzar los resultados deseados. Estar alerta y saber identificar las oportunidades para ser el primero en incursionar en un mercado nuevo o existente es clave.

El mundo empresarial puede, en muchos aspectos, parecer un patio de recreo donde las estrategias y actitudes de la infancia pueden aplicarse de manera sorprendente para alcanzar el éxito. Reconocer estas lecciones desde la niñez puede ser valioso al afrontar los desafíos del mundo empresarial.

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